sábado, 18 de enero de 2014

No te asustes de los vientos que yo te espanto a los diablos.



Y es que tres simples palabras pueden llenar un corazón, aquí me tienes. Palabras que reconfortan, que son suficientes para que de una lágrima salga una sonrisa. Cuando una persona se ve sumergida en un bucle de desconsuelo, sentir que alguien está cerca puede hacer que resurja la alegría. Que aunque pase el tiempo vas a tener a esa persona que siempre va a estar, que tu alegría va a ser su alegría, que su sonrisa va a formar parte de ti y que sus pasos siempre van a ir acompañados de los tuyos. Que te haga saber y entender que  no siempre irá bien y que tendrás que dejarte la piel por vivir la vida. Que no existe la distancia si el recuerdo sigue vivo. Que te ayude a sobrevivir a los tópicos muertos y sobre todo que sepas que siempre podrás refugiarte en las paredes de su abrazo…




Fdo: María.

No hay comentarios:

Publicar un comentario